El ruido interno

Te escribo desde una cafetería con la música que, si bien es mi agrado, el volumen no lo es tanto, y eso me lleva a reflexionar sobre la necesidad de conectar con el silencio.

En este lugar donde me encuentro el ruido externo es el que me genera distracción y cierta molestia, pero…

 Â¿Qué sucede con el ruido interno?

Puede ser qué si nunca lo has pensado tal vez no lo reconozcas o que estés tan acostumbrada a él que es como ruido blanco, así como el ruido de un motor, me hace pensar en el ruido del ventilador que enciendo por la noche en tiempos de calor, donde de inicio lo escucho, incluso me molesta y con el pasar de los días se convierte en un ruido que me arrulla para inducirme al sueño.

¿Dónde surge el ruido interno?

Surge en los pensamientos, en la mente que, si bien es compleja de definir, aquí te escribo una definición que me gusto:

La mente se define como la capacidad del sistema nervioso de ser consciente de sus propios procesos y causa de su propia programación.

 Â¿Y eso que significa? Qué es donde surgen los pensamientos que crean tu realidad y que todos, ¡si todos! Son programables para crear una realidad diferente.

 Entonces todo ese ruido interno, esos susurros de pensamientos que ya no escuchas, esos son los que están creando tu realidad, y como principio biológico se busca eficientar procesos para ahorrar energía es mucho más sencillo estar pensando siempre lo mismo que generar pensamientos nuevos, de ahí surge la repetición.

 Mi propuesta hoy es que estés atenta a tus pensamientos, que los escuches, que los escribas, que te des cuenta de la gran oportunidad que tiene para transformar tu realidad si tan solo te enfocas en transformar tus pensamientos.

 La necesidad de conectar con el silencio interno a través de la meditación te puede ayudar a tener menos pensamientos por segundo, a bajar la velocidad de reproducción del ruido para que te sea más sencillo escucharlos y así transformarlos.

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