Preocupada o pre-ocupada

 La reflexión de esta semana es sobre la preocupación; el gran sufrimiento que genera el sentirse preocupado ante un desafío propio o preocuparse por el desafío que enfrenta un ser querido o cercano a nosotros.

¿Cómo es tu relación con la preocupación?

Aquí te pido que hagamos un paréntesis para analizar más profundo el tema. Vivimos un mundo polar, eso significa que conocemos y vivimos nuestra realidad desde los opuestos. No podríamos reconocer el día si no existiera la noche.

 En nuestra realidad diaria sucede igual, nos vamos moviendo entre dos polaridades con el objetivo de integrarlas. Esas son las lecciones que necesitamos integrar. Te explico de otra forma: Cuando estás posicionada en un extremo y no tienes conciencia de esta información, en automático la situación o la persona que se encuentra en el otro extremo genera juicio, malestar, rechazo.

 La lección está en integrar la polaridad que rechazas en ti. Y el desafío desaparece.

 Entonces, ¿Qué tiene que ver la preocupación aquí?

En el polo del miedo, la preocupación se ve terrorífica. La mente te lleva del pasado (donde una experiencia previa percibida como fracaso, sufrimiento, dolor) al futuro; condicionando al futuro en base al terror del pasado.

 La realidad se crea de inicio en la mente, al preocuparte desde el polo del miedo, estás decretando que tu futuro será igual de doloroso, terrorífico, triste que tu pasado; por eso el desafío por el cual te preocupas, te enferma, no te deja dormir, te genera pensamientos obsesivos, te genera conflictos asociados al desafío.

 ¡Relax!

Tal solo de escribirlo, mi biología reacciona y ¡me siento alterada!

 La propuesta para ti hoy, es que vivas las preocupaciones desde la polaridad del amor, transformándolas en pre-ocupaciones.

 Pre-ocuparte significa ocuparte antes de que suceda. Soltar las historias de terror; soltar el pasado, dejar de condicionar el futuro. Y enfocarte en lo que quieres lograr, en esa nueva alternativa de solución para tu desafío.

 Hacer la entrega a la Divinidad, responsabilizándote en tomar acciones conciénciales alineadas al amor.

 Genera tu nueva realidad. Visualizala, siéntela, hazla tuya, y “ocúpate” en ver y aprovechar las oportunidades que aparecen frente a ti y en tomar las acciones que te llevan a esa NUEVA solución.

Gracias por leerme.

Besos,

Isabel

 

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