La puerta giratoria

¿Alguna vez has visitado físicamente un lejano lugar de la memoria, un espacio que sigue ahí en el tiempo, pero que ya no es el mismo por el paso del tiempo?

 Yo si, y fui testigo de un viaje ajeno:     Fui de viaje con mi hermana, a un lugar donde ella hace 15 años estudio, vivió, crecio, gozo.

 Y para mi que no tenía recuerdos asociados a ese lugar era nada, era un lugar como cualquier otro, para ella en cambio, era su pasado haciéndose presente.

Y visitando diversos lugares, ella derramo algunas lágrimas de nostalgía. ¿Qué es lo que te genera nostalgía le pregunte?

 Recordar en este espacio a esa antigua versión mía en otro tiempo.

 Cómo si se tratará de una puerta giratoria, entrar y salir del pasado al presente, del presente al pasado.

Y me fui a mi historia, donde en la Universidad en mis amadas clases de fotografía, entraba por la puerta giratoria a un espacio de oscuridad total a revelar mis imágenes. Placer total para mi!

Ahora ve a tu historia:

 ¿Dónde quedo esa versión tuya, que era joven, atrevida, divertida, feliz, espontanea, juguetona?

 ¿Está muy lejos de ti?

 Algo paso en el camino que tomamos un desvio, y caminamos hacia otro lado, tal vez siguiendo las huellas de alguien más, así como en la playa seguimos los pasos por un camino antes transitado por otro, talvez las huellas de Papá, de Mamá, del dinero, del reconocimiento, de la sociedad entera.

 Y caminamos y caminamos, y paso a paso nos fuimos moldeando en algo diferente, en alguien que no se parece en quién somos ahora, nos fuimos poniendo mascara sobre mascara.

 Y llegamos sin entender muy bien cómo a un lugar donde no cabe la felicidad, la lentitud, la abundancia, la paz, la vida ligera.

 Siempre te digo que el pasado es necesario sanarlo para no repetirlo, pero hoy no, hoy te voy a pedir que entres por la puerta giratoria y que regreses a ese tiempo y espacio.

Ese espacio donde eras más tú de lo que eres hoy.

Y y que observes a esa versión tuya que vive más ligero, con mayor certeza del presente, del futuro, y que la describas, que te des la oportunidad de volver a sentir esa energía de la juventud, para integrarla a la sabiduría del adulto.

Y que habites en ella por un tiempo en tu realidad actual para que por lo menos escuches que modificaciones son urgentes que hagas en tú vida adulta para vivir con mayor paz.