Corazón exitoso

El éxito definido por la mente es el resultado, en especial feliz, de una empresa o acción emprendida, o de un suceso.

 Haciéndonos creer que el éxito es el resultado externo, que se llega a él con únicamente acciones externas, lo que completaría la definición de la mente, es que, es un momento efímero que no contempla el proceso, sino únicamente el resultado.

¿Y sabes algo? Los éxitos de la mente no necesariamente son los éxitos del corazón, vamos confundiendo el avance de los procesos del alma con las falsas expectativas del avance y los resultados de la mente.

 El éxito en plenitud habita en el corazón, que es el disfrute de la experiencia, del paso a paso, el gozo del camino, el momento a momento de la creación.

 El corazón encuentra el éxito en el vivir el proceso, en festejar los pequeños avances internos, en la conexión cada vez más profunda con la luz, con el amor.

 ¿Tú corazón se siente exitoso?

Por mucho tiempo el mío no, se sentía apagado, aprisionado, latiendo al ritmo de la mente y las expectativas de resultado creadas por ella, definidas para nunca satisfacerse en la eterna búsqueda de más y más.

 Conectar con la sabiduría interna, es el inicio del corazón exitoso, que se vive así, más allá de los resultados que necesita la mente para ella conectar con el éxito externo, con el aplauso de todos, creando falsa aprobación y autonomía.

En cambio, el corazón exitoso, ya habita en el verdadero amor propio, la verdadera autoestima, la verdadera aprobación que es aceptarnos hoy en nuestros procesos, en el día a día, en nuestros caminos individuales, en nuestros aprendizajes, en nuestra valentía de salir de la zona de confort para seguir aprendiendo incomodándonos a cada paso.

 El éxito del corazón se festeja en privado para que la mente no lo atrape y se apodere de él, vivirlo para expandirlo, para compartirlo, más no para presumirlo.

 El corazón de luz ilumina con su presencia la mente del otro, el corazón exitoso no necesita mostrarlo, explicarlo, porque ya habita en exitosa plenitud. La mente no lo comprendería porque esa no es su función y eso es perfecto.

Vivamos en la plenitud y el gozo de nuestros exitosos corazones.

Anterior
Anterior

una vida todo incluido

Siguiente
Siguiente

Abraza a la incertidumbre